Calle 17 No. 6 -02 - Cali
La palabra debe escucharse con claridad. Ya sea una homilía, una predicación, un cántico o una oración, el mensaje necesita llegar con fuerza y sin interferencias.
Sin embargo, muchas iglesias aún luchan con problemas como eco, acoples, volumen desbalanceado o falta de potencia.
Aquí te explicamos cómo montar un sistema de sonido adecuado para una iglesia, paso a paso, sin complicaciones y considerando distintos presupuestos.
Antes de comprar o instalar nada, es fundamental conocer las características del lugar.
¿Qué debes tener en cuenta?
Tamaño del templo (capacidad de personas y dimensiones en metros)
Tipo de techo y paredes (materiales que pueden provocar rebotes o ecos)
Distribución del público y ubicación del altar/escenario
Zonas donde se necesita cubrir el sonido (salas anexas, coros, exteriores)
Esto te ayudará a definir cuántos parlantes necesitas, dónde colocarlos y qué potencia requerirás.
Los micrófonos son el primer eslabón del sistema. Escoger los correctos es clave para evitar ruidos, acoples y pérdidas de señal.
Tipos recomendados para iglesias:
Micrófono de solapa (lavalier): ideal para el predicador, ya que permite moverse libremente.
Micrófono de mano inalámbrico: útil para intervenciones o cantantes.
Micrófono de condensador tipo cuello de ganso: ideal para el altar o atriles.
Micrófono para instrumentos: si hay banda o instrumentos acústicos.
🔍 Tip: Asegúrate de tener al menos un receptor inalámbrico de buena calidad si vas a usar microfonía sin cables. Las señales baratas fallan fácilmente.
La consola es el corazón del sistema. Allí conectas todos los micrófonos y controlas el volumen, la ecualización y los efectos.
¿Qué debes buscar?
Al menos 6 a 12 canales, dependiendo del número de micrófonos e instrumentos
Controles de ecualización por canal (graves, medios y agudos)
Salidas auxiliares para enviar señal a grabación o monitores
Opción de efectos integrados (como reverb o delay para voces)
Digital o análoga: Las consolas digitales son más versátiles, pero las análogas suelen ser más fáciles de usar para principiantes.
Ahora necesitas llevar el sonido al público. Es hora de seleccionar tus altavoces o PA (public address).
Para iglesias pequeñas o medianas:
2 parlantes activos (autoamplificados) son suficientes para el salón principal
Monitores de piso opcionales para músicos o coristas
En espacios grandes, considera parlantes adicionales en zonas laterales o traseras
Potencia recomendada:
500W RMS por parlante mínimo en espacios medianos
Más potencia no siempre significa mejor sonido; la claridad es prioridad
Tip técnico: Asegúrate de que los parlantes estén colocados por encima del nivel del público, apuntando ligeramente hacia abajo para una mejor cobertura.
Un sistema bien instalado no solo suena bien, también se ve profesional y es seguro.
Checklist de instalación:
✅ Cables balanceados (XLR o TRS) para evitar interferencias
✅ Suficiente longitud para evitar tensión o cortes
✅ Etiquetado de cables por canal o dispositivo
✅ Canaletas o protectores para evitar tropiezos
✅ Acceso a electricidad estable (con reguladores si es posible)
Evita usar extensiones caseras o cables en mal estado. Un solo mal contacto puede arruinar todo un servicio.
No montes todo y lo dejes así. Debes hacer pruebas con todos los micrófonos e instrumentos en uso real, preferiblemente con los mismos participantes del servicio.
Checklist de pruebas:
Verifica que cada micrófono suene claro y sin acoples
Ajusta volúmenes para que nadie esté ni muy fuerte ni muy bajo
Haz una prueba con público presente, ya que la acústica cambia
Ajusta la ecualización según el espacio (quita graves o medios si hay eco)
Una vez montado el sistema, lo ideal es que alguien responsable lo aprenda a operar. No es necesario que sea un técnico profesional, pero debe:
Saber subir y bajar volúmenes sin distorsionar
Detectar cuándo hay problemas de acople
Tener acceso al equipo antes de cada misa o evento
Apagar correctamente el sistema y desconectar lo necesario
Un curso corto de audio básico puede marcar una gran diferencia en la operación semanal.
Montar un sistema de sonido para una iglesia no se trata solo de comprar micrófonos y parlantes. Es un proceso que debe comenzar con una evaluación del espacio, incluir los equipos correctos, una buena instalación y una operación responsable.
Con un buen sonido, tu comunidad no solo escucha: se conecta, se inspira y participa activamente.